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Viajar con amigos: y conocer el exterior

El fútbol, tus amigos y un viaje. ¿Qué mejor que ese combo? Probablemente pocas cosas para los amantes del fútbol amateur. Eso que tanto queremos impregnar a lo largo y ancho del país tuvo su punto de inflexión a comienzos de febrero, en donde tres delegaciones argentinas tuvieron la chance de viajar en un mismo micro con destino al extranjero.

La selección de serranas, el campeón Provincial La Espiga de Glew y el campeón del Nacional de Fútbol 11, Pura FT2, representaron a la movida argentina en Montevideo, Uruguay, en donde sumaron una gran experiencia con muy buenos resultados deportivos.

Candidatos en las 3 ramas, La Espiga y la selección femenina fueron subcampeones mientras el Pura regresó con la copa bajo el brazo.

PURA FT2 REGRESÓ CON UN NUEVO TÍTULO

Lamentablemente en las condiciones en las que nadie las hubiera deseado, el plantel tandilense-porteño se adjudicó la Copa Silver Cup al imponerse en el cuadrangular entre argentinos y uruguayos.

Una conducta que dejó mucho que desear de parte de su rival, o más bien de un jugador en puntual, manchó un certamen que venía de gran manera, con la emoción de los himnos en la jornada de finales y una experiencia nueva para todos los equipos. Además del Pura, flamante campeón del primer Nacional de Fútbol 11 en Tandil, de Argentina viajó –por sus propios medios- San Lorenzo de Cañuelas, campeón Nacional de Plata.

En el partido de inauguración, el de semifinales, Pura FT2 se hizo del triunfo con una goleada 3-0 sobre Atlético Boston. Los goles los anotaron el centrocampista Bernardo Dopazo, el central Facundo Acuña y Damián “Chiri” Villar con una perla olímpica.

El Pura con más de 20 representantes en el extranjero. 

Post-partido, a sabiendas de ese “viaje de egresados” –como definieron ellos- que estaban viviendo los argentinos, fuimos al encuentro del presidente Lucas Delfante, el zaguero Acuña y el DT Bruno Distéfano.

“A todo lo que es la experiencia le sumamos jugar a la pelota pero la realidad que para nosotros juntarnos, viajar, charlar, jugar al truco y tomar un mate o una cerveza es lo más lindo”, destacó primero que nada Delfante, quien añadió que del grupo le gusta “todo lo que rodea a un partido de fútbol”.

El DT Distefano, tacticista puro, recalcó que no sabían con lo que se iban a enfrentar pero que hicieron hincapié en lo suyo. “Lo mejor es que pudieron jugar los 22, con la linda regla de los cambios ilimitados que nos mantiene la intensidad”, dijo luego de aclarar que tuvo bajas sensibles con respecto al Nacional de Tandil.

El “Farra” Acuña, un zaguero muy completo, subrayó la unión del grupo y valoró la indumentaria de la selección que le dejó la organización a cada jugador en su cama en el hotel para cuando lleguen. Los tres entrevistados coincidieron en que fue un gesto muy lindo.

Por último, le tiramos al “presi” si podían salir sus jugadores en la noche y entre risas fue contundente: “En absoluto. Medio vaso por jugador y para el presi y entrenador un poquito más. 0.45 todos durmiendo porque pasamos por las habitaciones”, respondió con humor.

Delfante encabezando el Himno Nacional Argentino. 

Ya instalados en la jornada definitoria, San Lorenzo de Cañuelas se quedó con el tercer puesto al vencer 3-1 a Atlético Bostón en la antesala de la gran final. En ese cotejo culmine se encontraba Pura FT2 y La Camada de Uruguay.

El primer tiempo fue duro y los locales lo ganaban 1-0. En el final de la primera etapa, un planchazo muy notorio dejó a los charrúas con uno menos y fue el mismo jugador echado quien protagonizó un escándalo indisciplinario que culminó en la suspensión del partido, siempre acorde a nuestra necesidad de primar por una competencia limpia.

Los argentinos llegaron al título 14 en su historia.

Los uruguayos, finalmente, fueron y le entregaron el trofeo a los argentinos, como tenía que ser. De una u otra manera, el Pura consiguió su segunda presea en Copa Nacional de Campeones, a la espera ahora del retorno del fútbol en la Liga de Flores y del próximo verano en el que defiendan el Nacional de Tandil.

LA ESPIGA DA QUE HABLAR A DONDE VAYA

Ni bien arrancó el campeonato presentimos que iba a ser el torneo más difícil que enfrente La Espiga desde su arribo a Copa Nacional de Campeones. El hecho de ser el único argentino entre otros 20 equipos uruguayos, las condiciones del campo de juego y las reglas adaptadas “a lo charrúa”, los de Glew enfrentaban un gran desafío.

Fuimos testigos de esto de ver hasta cuanto “se la aguantaba” este equipo y la verdad es que es un elenco de los que uno dice “estos nunca te dejan a pata”. Aparecen cuando tienen que hacerlo. Manejan los momentos de los partidos casi tanto como los de los campeonatos. Cuando parecen dormidos o dispuestos a caer, sacan la chapa y te pasan por encima en cuestión de instantes. Te cachetean de una manera que sorprende y que les permite ser el máximo ganador de todo este hermoso “circo”.

La Espiga fue finalista en Montevideo. 

Se acomodaron como pudieron en la tierra vecina y de a poco empezaron a dar que hablar. Iniciaron con un primer tiempo muy flojo y terminaron el torneo con todos los demás elencos reconociendo el nivel de juego y suspirando por lo bajo el nombre del “Chimi” González, de inmensa tarea. Si hasta quienes fueron eliminados por La Espiga en cuartos le pedían fotos una vez convertido en héroe tras las semifinales.

González integró el Equipo Ideal del torneo. 

Su primer encuentro fue el más bravo que le vimos afrontar. Hacha y Tiza hizo honor a su nombre y no lo perdonó. Le jugó a pierna fuerte y con un contragolpe letal, encabezado por el moreno Facundo Fernández y el capitán Nicolás Rodríguez.

En tres minutos, La Espiga perdía 2-0. No sólo eso, sino que se salvaba de un par de tantos más. Hacha y Tiza no lo dejaba acomodarse en el campo y lo mandó 0-3 al descanso.

En el segundo tiempo, los del Gran Buenos Aires salieron más tranquilos a hacer su juego y empezaron a imponerse, descontando primero con tanto de Jonathan Soplán. Tras una jugada polémica, que arrancó con una mano sin intención de González, los de Glew descontaron nuevamente y quedaron en superioridad numérica por exceso verbal de un rival ante el árbitro.

Con uno menos, los de celeste marcaron otro tanto que los puso 4-2 pero al instante Soplán descontó y al rato un patadón de Fernández dejó a su equipo con dos menos. La Espiga lo igualó con gol de Matías Juárez en un 4-4 que pudo ser peor para ambos equipos.

Soplán tras uno de los descuentos en el primer partido del grupo.

A la espera de la definición del grupo, su rival anterior y el próximo, Atlas, cometieron un acto de indisciplina grave que los dejó excluidos del torneo. La Espiga no pudo jugar su segundo compromiso pero avanzó directamente a los cuartos de final.

En esta llave, El Arazá de Young, equipo ejemplar que nos cruzamos en Uruguay, le empezó ganando pero terminó por debajo de sus esperanzas dado que los de Catán, con fútbol y un buen recambio, finalizaron imponiéndose por 5-2. Un golazo de Seba Bella, más tantos de Michel Mercado, Matías Sánchez, Jonathan Soplán y Lucas Imori, de muy prometedor debut con la casaca de la banda cruzada, clasificaron al único argentino a las semifinales.

La siguiente instancia fue casi tan dura como la primera de todas. Un equipo de mucho recorrido como Juventud de Canelones se le plantó de igual a igual y con una garra total –y a veces expandiéndose demasiado en los fallos árbitrales y cosas diminutas-, le jugó una verdadera final. Las complicaciones en La Espiga, que siempre fue de abajo en el marcador, se ahondaron cuando el golero Alegre recibió una dudosa expulsión que lo dejó con un hombre menos. Dicho esto, ganó una salida limpia con la presencia de Sánchez bajo los tres palos.

El encuentro al fin y al cabo, terminó 3-3 con un golazo de Bella gambeteando defensa y arquero y ambos elencos con 6 jugadores, dado que Juventud también recibió una expulsión en los inicios del complemento. En los penales, con el cambio de “Chimi” González por Sánchez, La Espiga se impuso con la figura del posterior Balón de Oro de la temporada.

Un experto en el tema, adivinador nato y ganador de torneos barriales del asunto por dinero, se mandó un tapadón sobre su izquierda y desató la alegría de su equipo, que se depositaba en una nueva final, superando muchas adversidades en el medio. Al fin y al cabo, estos muchachitos siempre se imponen.

O casi… porque tuvimos el agrado de conocer otro elenco ejemplar y muy competitivo como Terasaki de Rivera, con un profesionalismo pocas veces visto en la movida y un par de jugadores con una clase notable, que también disfrutamos en el Nacional de Tandil, a donde clasificaron tras esta final.

Los de Glew en la previa de la final. 

El primer tiempo fue dominado claramente por los del “Yin”, con la tranquilidad en el manejo de la pelota y el dominio territorial. Lautaro Barreto, en el amanecer del juego, clavó un golazo al ángulo que abrió el marcador. Apenas 1-0, el duelo se definiría en los últimos 20 minutos de torneo.

Con una charla técnica motivacional que les cambió la cara –y el juego- Terasaki salió hecho una furia al complemento y en cuestión de unos pocos minutos dio vuelta el asunto con un remate de afuera del área de Vinicius Lecina y un cabezazo por el segundo palo del ex Tigre y Racing, Sebastián Rosano. De ahí en más, los riverenses se defendieron con uñas y dientes y una gran performance del golero Cristian Cabrera. Así, el trofeo quedó en Uruguay con un muy merecido título para Terasaki y un papel de La Espiga que no se puede reprochar.

Fue tal la final que dos semanas luego, en el Nacional de Tandil, los argentinos quedaron con la espina de haber tenido revancha con el propio campéon uruguayo. El cuadro los podría haber cruzado en semifinales pero la tanda de penales entre el “Tera” y Súper Skúnk depositó a los de Ituzaingó en la siguiente fase. La Espiga se coronó tricampeón Nacional en Tandil y lo primero que vaticinó su DT post-partido fue el dolor, por así decirlo, de no haber podido volver a enfrentar a sus verdugos. “Teníamos algo pendiente que no se dio. Era el partido que esperaba, quería ver en este campo qué pasaba. Fuimos a un lugar totalmente distinto y estuvimos en desventaja. Pensé que hoy era el día. Habíamos hablado con los jugadores de que ojalá se diera en algún momento para ver qué había pasado, si es que son muy superiores o que nosotros habíamos bajado el nivel”, dijo Catán en una muestra de cómo le quedó marcada la experiencia en Montevideo.

El año próximo, la cita charrúa será después del Nacional de Tandil, por lo que ya podemos confirmar que un campeón del Nacional argentino será quien tenga la chance de viajar fuera del país a medir su nivel con los elencos uruguayos, esta vez sobre superficie sintética. ¿Quién tendrá el honor? ¿Repetirá La Espiga?

LAS SERRANAS ESTUVIERON A UN PASITO

De la selección de mujeres ya hablamos en su momento pero volvemos a repetir su gran participación con un grupo que se sigue conociendo y soslaya una conducta digna de sacarse el sombrero. Su esfuerzo en viajar al Uruguay lo tienen bien en claro y merecen más experiencias a futuro que ya se están barajando con destinos prometedores.

El carisma de Carlita Juanenea resalta en el plantel.

Desde lo futbolístico, imaginábamos que iban a dar que hablar por el nivel de jugadoras que se juntaban y por haber disputado en 2019 una Copa América en Córdoba. En la fase de grupos arrasaron, metiéndose directamente en la final de Oro del certamen.

En el debut, golearon 8-1 a Penta de Montevideo, con triplete de la goleadora del torneo, María Luján “Eve” Domínguez, dobletes de Florencia Morales y Marcela “Negra” Arias y un tanto de la capitana Guillermina “Peque” López.

El encuentro siguiente fue más parejo pero también culminó en goleada argenta. Otro triplete de Domínguez, un tanto de Morales y otro en contra finiquitaron el asunto con el 5-1 para las dirigidas por Facundo Salaverry.

Ya en la final, Las Panteras de Montevideo salieron con todo y en apenas 5 minutos ya ganaban 2-0 signando la serie. El encuentro se desarrolló a su ritmo y terminaron quedándose con el título con victoria 5-2. Los dos goles de penal de “Eve” Domínguez, ejecutados con distinta pierna, le alcanzaron para irse con 8 conquistas en 3 encuentros, siendo elegida como la mejor del fin de semana.

Las serranas seguirán viajando. 

Fue el segundo largo viaje para un plantel que antes que todo se compone de buenas personas, predispuestas a fortalecerse con el correr del tiempo y las experiencias, esas que imploramos sigan llegando. ¡Son genias y merecen más!

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