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La Espiga: el gran campeón del Nacional Tandil 2017

En el cierre de un nuevo y fantástico Nacional de Campeones, La Espiga de Glew dio un show de fútbol y se quedó con la Copa de Oro luego de golear 4-1 a Intocables de Tandil. Con dos tantos de la figura del torneo, Erick Aparicio, uno de Alejandro Achingo y un cuarto de Matías Sánchez, el verdinegro demostró su superioridad y se quedó inobjetablemente con el campeonato.

La columna vertebral de La Espiga, arranca con el “grandote” Diego Córdoba en el arco -muy seguro golero-, el “Chimi” Gonzáles de último, los hermanos Catán en el medio y el ex San Martín de San Juan Erick Aparicio en ofensiva.

Probablemente, lo que más sorprendió de este conjunto, fue la templanza y tranquilidad con la que afrontaron los partidos definitorios. Nada de ponerse nerviosos en la situación, de sobrepasarse de revoluciones. La Espiga fue siempre un relojito que supo a lo que jugaba. Y vaya si le salió.

Con la actuación estelar de Aparicio, que está constantemente buscando el espacio libre donde dañar al rival, la Copa y la moto de premio se fueron para Glew. Un equipazo que sin dudas fue el mejor conjunto del Nacional Tandil 2017.

EL CAMINO DEL CAMPEÓN

Fase de grupos:

Fecha 1: 7-3 vs El Embarcadero (Ayacucho). Goles: Ezequiel Gonzáles -2-, Erick Aparicio -2-, Pablo Catán -2- y Matías Sánchez.

Fecha 2: 8-5 vs C.A.V.I (Tandil). Goles: Alejandro Achingo -2-, Erick Aparicio -2-, Sebastián Bella -2-, Iván Denis y Pablo Catán.

Play-off:

Cuartos de final: 7-2 vs Deportivo Estrella (Olavarría). Goles: Alejandro Achingo -3-, Erick Aparicio -2-, Matías Sánchez y Sebastián Bella.

Semifinales: 4-1 vs City (Rosario). Goles: Erick Aparicio -3- y Alejandro Achingo.

Final: 4-1 vs Intocables (Tandil). Goles: Erick Aparicio -2-, Alejandro Achingo y Matías Sánchez.

La Espiga celebró en su primer Nacional.

 

La crónica de la final de Oro:

INTOCABLES (TANDIL) 1 – 4 LA ESPIGA (GLEW)

Las fotos del partido

Lo desAparició

Por Valentín “Pato” Gogorza

Ya situados en la jornada de domingo, día de definiciones en el Club Talleres, se enfrentaban, Intocables de Tandil, y el conjunto de La Espiga de Glew, por la Final de la Copa de Oro. Desde temprano había olor a partidazo, por esto, y por tantas razones más, la gente iba arrimándose al tejido, los siempre precavidos habían llegado 10 minutos antes del inicio del encuentro para conseguir una silla, otros, más jóvenes, aguardaban parados. Lo cierto es que ningún aficionado del fútbol quería perderse este duelo, que sin duda, sería terrible.

Un verdadero choque de pesos pesados. Intocables jugaba su segunda final en lo que va del año, la anterior, contra Caravana Mágica, la había perdido por penales en la A-1 tandilense. Es por ello que ésta no se le podía escapar. El verdinegro, que la Final vistió de blanco por la camiseta de su rival, superó en su debut a Talleres, por 9 – 2, y en el último partido de grupo, derrotó, por 6 – 2, a La “V” Corta, de Ayacucho. En Cuartos de Final se cobró revancha, y eliminó a su clásico rival, Caravana Mágica, por penales. En la Semifinal, contra Cuidado Con Los Perros de Mar del Plata, venció por 4 – 1 al celeste, y sacó pasajes para la Final.

El elenco visitante, liderado por el jugador profesional de fútbol, Erick Aparicio, con paso por Lanús, Tiro Federal, Atlanta, Wilstermann, San Martín de San Juan, Defensa y Justicia, y Brown de Adrogué -actualmente libre- llegaba a la Final, pisando fuerte. En grupos, había superado por 7 – 3 a El Embarcadero, y en el partido definitorio de la zona, derrotó por 8 – 5 a CAVI. En Cuartos, eliminó al guerrero elenco de Deportivo Estrella, y en Semifinales dejó afuera al duro combinado de City, equipo responsable de la eliminación de Consagrados -campeón del Nacional MDP 2017-.

En lo futbolístico, el control del partido, al igual que del esférico, perteneció siempre a La Espiga. Los de Glew, a partir de una férrea, pero elegante, defensa, valiéndose de un mediocampo manejado en su totalidad por Pablo Catán, y disponiendo de un delantero de mucho nivel como Erick Aparicio, le otorgaron al conjunto local, durante todo el lapso del encuentro, una cátedra exclusiva de fútbol.

Los primeros minutos, jugados con una intensidad pocas veces vista, fueron frenéticos. Con 5’ cumplidos, Aparicio ya le había movido la estantería a Nicolás Peluffo, a partir de un potente remate en el palo. Sin haber cumplido un cuarto de hora, el mencionado Pablo Catán, ya se hacía amo y señor de la medular de su escuadra, repartía con justeza, y calidad la redonda de lado a lado, impidiendo la recuperación de la misma por parte de Intocables.

A los 12’ se abrió el marcador, a favor del conjunto que más mérito había hecho, La Espiga. El tanto lo marcó Alejandro Achingo, luego de una transición ofensiva de su equipo a gran velocidad, la cual encontró solo a Aparicio, quien remató de forma cruzada con mucha violencia, obligando a Peluffo a dar rebote… este último le cayó a Achingo, quien estampó el 0 – 1.

El segundo, propio de una ráfaga emocionante de fútbol, llegó a nosotros un minuto después del último gol mencionado. El tanto lo firmó el jugador más observado del campo, Aparicio. El categórico número 15, se anotó en la lista de goleadores tras encarar, de izquierda a derecha, y definir de forma cruzada, al palo derecho de Peluffo. Culminada esta acción, todos nos miramos, y admiramos, lo cargado de profesionalismo que estaba Erick, pese a estar jugando un torneo amateur.

Como si fuera poco, llegando al final de la primera parte, apareció, nuevamente, Aparicio, en un juego de palabras, para poner el duelo 0 – 3. El último tanto del primer tiempo fue una muestra distinguida de calidad técnica individual. Aparicio contra Peluffo mano a mano, amague a derechazo a quemarropa, y vaselina por encima del golero, terrible gol, y a descansar.

En la etapa final, el guión no cambio demasiado. El elenco de La Espiga soltó un poco el pie del acelerador, y permitió la caída de su valla. Pese a esto, nos hizo sentir a todos los presentes, que Intocables estaba jugando con dos jugadores menos. Y no era efectivamente así, ambos estaban en igualdad de condiciones, pero La Espiga movía tan bien el balón, que hacía parecerlo.

A los 16’ del complemento, Matías Sánchez, defensor de La Espiga, la mandó a guardar tras un rebote en el área rival, decretando así el 0 – 4. Numérica y futbolísticamente, partido liquidado.

El gol del honor para Intocables lo marcó, a mi parecer, el mejor jugador que tuvo el conjunto de Darugna en todo el certamen, Mariano Disipio. El hábil jugador de Independiente en el Federal B, anotó, al igual que en la Semifinal, de penal. “Fuerte al medio, el arquero siempre se mueve” dicen los libros.

Con este resultado culminó el partido, y así también este fantástico certamen. Cargado de nivel, y muy lindo fútbol, apuesto a que nadie ha quedado insatisfecho con los visto. Felicitaciones y gracias a La Espiga, por el título y por habernos regalado tan lindos encuentros.

La Figura: Erick Aparicio (La Espiga). El experimentado, y profesional número 15, completó un encuentro bárbaro. Marcó por duplicado, y participó en otro de los de su equipo. Se le nota a kilómetros la calidad y el rose de la Primera División. Volvió locos a quienes atinaban a marcarlo y le dio el título  a su conjunto. Suerte de cara al futuro Erick, y gracias por participar de esta edición de la Copa Nacional de Campeones.

Erick Aparicio fue el mejor del torneo con 11 goles en 5 encuentros.

Intocables tuvo un excelente torneo y vale remarcarlo.

La vuelta en moto. La Espiga se “cargó” el premio de Riders hasta Glew.

 

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