Armábamos el video de lo que fue la movida de los Veteranos y nos volvíamos a sorprender de la buena onda y los vínculos que se generaron en el torneo. El goce de los mayores y el gran clima que se generó en el complejo de La Masía. Hablamos con los campeones de cada categoría y lo mismo: todos quieren volver a jugar el Nacional y están chochos con la movida.

LOS CAMPEONES

LA BANDA DE MAR DEL PLATA (+35)

Nos comunicamos en diciembre con Charly Arias para hacerle una nota porque sabíamos que los marplatenses se venían con todo, con muchos ex jugadores profesionales, y él mismo nos tiró la lanza de que los que más chances tenían de llevarse un Oro eran los +35. Volvimos a llamarlo y antes que nada se mostró súper agradecido con el torneo, valorando desde los masajistas hasta los alcanzapelotas. En su consideración, La Banda no tuvo una figura descollante sino un equipo que intentó jugar al fútbol más que cualquier otro. “Buscamos asociarnos, jugar por abajo y así ganamos la final”, aclara.

“El equipo cordobés fue durísimo, con grandes jugadores, duros y aguerridos, pero nosotros teníamos lo nuestro y le agregábamos la cuota de fútbol”, se expande a la hora de hablar de la final que le ganaron 2-0 a Deportivo Cachín de Córdoba. Previamente, habían goleado 3-0 en semis y ganado en los penales tras igualar 2-2 en los últimos minutos en cuartos de final. En fase de grupos, le ganaron 3-1 a Los Pericos de Mercedes e igualaron 2-2 con Al Revés de Tandil.

Sobre la +40 y +46, el ex jugador de Santamarina de Tandil destacó que en la primera categoría creía que estaban para más. Perdieron las semis de Oro y se quedaron a nada de estar en otra final. La divisional de mayores en cambio, fue más irregular y alternó buenas y malas. “Si los 3 o 4 que se bajaron por categoría hubiesen viajado no sé si ganábamos las tres copas pero las íbamos a pelear”, cierra Arias.

Para finalizar, el referente de La Banda definió al torneo como “una experiencia divina”, con un plantel con ex jugadores de Aldosivi, Alvarado, Banfield, Santamarina, Racing de Olavarría, entre otros, que disfrutaron al máximo la pileta, los mates y las ricas anécdotas de todos los integrantes. “Los que estuvieron dudando hasta último momento después vinieron contentísimos, alegres de haber compartido un fin de semana con amigos. Eso es lo lindo del fútbol, viajar con amigos”, culminó el recuerdo de la experiencia en Tandil.

CÓMO NOS GUSTA LA NOCHE (+40)

Una de las grandes sorpresas del Mundialito Tercer Tiempo/Nacional de Veteranos. Los tandilenses arribaron en silencio y se terminaron quedando con la Copa de Oro en los mayores de 40 años. Pero este equipo ganó mucho más que un título. Formó un grupo humano excelente que reunió a amigos de amigos y elevó el espíritu de camadería que nosotros buscamos en todos los torneos.

Su delegado, Gerardo Iriarte, nos comentó que el torneo le pareció “excelente”, con todos los equipos con buenas energías y ganas de pasarla bien. “Al equipo lo armamos entre amigos e hicimos un grupo maravilloso de buena gente, que quizás algunos no se conocían y la terminamos pasando genial adentro y afuera de la cancha”, resaltó.

En cuanto a lo deportivo, en donde su elenco terminó arrasando con 17 goles a favor y 4 en contra en sus 4 victorias, Iriarte destacó la solidez de su escuadra y algún que otro crack que surgió en el torneo como Marcos Yaramendi. Golearon 5-2 y 5-1 en fase de grupos y pasaron a la final luego de un contundente 5-0 en semis ante 1986 Deportes de Ayacucho con un hat-trick de Mauricio Parasuco. En el duelo consagratorio, ante Fútbol Senior del 9 (9 de julio), el triunfo fue 2-1 con tantos de Parasuco y el propio Gerardo Iriarte.

A su relato, que finalizó contando que ya se mandaron a hacer buzos y camisetas nuevas para el próximo torneo, se le suma la voz de Hernán Gasparini, que vivió el Nacional con mucho sentimiento y dejó una linda reflexión al respecto, tras venirse con tres compañeros desde Ascensión, a casi 500 kilómetros de Tandil.

“La experiencia fue maravillosa de punta a punta. Terminamos siendo un equipo de amigos. Parecía que nos conocíamos de haber jugado toda la vida juntos. Fue un equipo profundamente solidario y ese fue un valor clave en el equipo campeón: a partir de eso pudimos jugar un fútbol lindo, distinto, con ida y vuelta”, inició su resumen de la experiencia.

Sobre lo futbolístico, subrayó la firmeza en defensa, el buen manejo del mediocampo y la eficiencia en el ataque. “El año que viene vamos a estar ahí defendiendo el título. Terminamos jugando como amigos, entonces el año que viene no vamos a ir en busca de los mejores, vamos a ir en busca de los amigos. Como dijo Dolina, siempre es mejor perder con amigos que ganar con desconocidos”, se extendió.

Tras agradecer el trato organizativo, cerró sus lindas palabras desbordado de felicidad de haber podido “disfrutar de jugar con tres hermanos: uno biológico -Franco Gasparini- y dos del alma, del corazón –Adrián Salgado y Heber Di Prinzio-, con los cuáles hacía muchos años que no compartíamos un campeonato”.

SANTAMARINA (+46)

El último campeón de Oro a resaltar, tiene un nombre y apellido con chapa en la región, ya que se trata ni más ni menos de Ramón Santamarina de Tandil, el club que permanece en la Primera B Nacional y que tiene elencos en la Liga Senior de fútbol 11 a nivel local. La particularidad del plantel surge también desde que su delegado, Emiliano Mouillerón, es también el concesionario del predio de La Masia, por lo que su satisfacción fue doble al ver el éxito de la movida y el logro de su equipo.

“El torneo fue realmente muy lindo, que da para seguir creciendo, con la gente muy entusiasmada y con ganas de volver, que eso es lo importante”, arrancó charlando con nosotros.

Sobre el nivel del aurinegro, sostuvo que fue una categoría dura y con partidos diputados. En la perlita, además de ganarle 3-0 a Vieja Era de Paysandú, Uruguay, destacó jugar la final con Techos y Zinguería Agustín, un elenco con historia en el torneo y con muchos jugadores del club Ferro, clásico rival de Santamarina. “Por suerte llegamos a la final con el eterno rival y le ganamos con lo justo. Creo que jugamos bastante bien todos los partidos. Con Techos fue un partido parejo, donde tuvimos bajas importantes pero lo pudimos aguantar”, explicó.

Sobre la experiencia humana, valoró el tercer tiempo que se generó y el momento en el que se sirvieron bandejas de picada y cerveza a todos los jugadores que se habían quedado en el predio. “Seguramente vamos a volver a jugarlo”, se animó a tirar.

Desde el lado anfitrión, con el predio donde es concesionario como sede del torneo y lugar de alojamiento de algunos equipos, se mostró muy contento “en poder recibir a los equipos en un fin de semana especial como es el de Carnaval. Decidimos apostar por el fútbol, porque uno es del palo y le gusta esto y apoya estos eventos”. Los equipos que se hospedaron en La Masía llegaron desde Margarita, Laprida y Mar del Plata: “todos de primera y muy contentos con el lugar”.

En fin, el certamen en Veteranos fue una fiesta desde todo punto de vista. Desde el predio familiar, las canchas, los masajistas, el tercer tiempo, las experiencias que se sumaron, el fútbol que se desarolló y la promesa ineludible de que la movida seguirá creciendo sin detener su marcha…

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