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¡Equipo Ideal Nacional F11!

Por primera vez nos lanzamos a la movida del fútbol 11 y el primer Nacional fue todo un éxito. 21 elencos le pusieron color y vida al campeonato en Tandil y estos fueron los jugadores destacados de la contienda:

TITULARES

ARQUERO

Rodrigo Fucillieri (Carhumo de La Plata). Un equipo compacto y ordenado como Carhumo necesita un arquero de este extirpe. Ya lo conocíamos de sus torneos locales y volvió a dar la talla. Siempre presente, supo salvar en varias oportunidades a su elenco y recibió solo dos goles. Para el recuerdo le quedará ser parte de esa cuádruple salvada que realizó con un defensor para incluso llegar a las redes sociales de TyC Sports.

DEFENSORES

Damián Da Costa (San Lorenzo de Cañuelas). Un pequeño Buffarini con la camiseta del Ciclón que pese a su baja estatura supo ser muy firme en la marca. Le tocaron rivales bravos y fue uno de los laterales más destacados del Nacional. Se proyectó bien al ataque, con velocidad, y entregó tanto que tuvo que resignar la final de Plata en la que su elenco logró el trofeo.

Alejo Piccini (La Vinotinto de Rojas). El “17”, que supo jugar en clubes de renombre en inferiores, fue sin duda uno de los centrales top que tuvo el certamen. Rápido, intuitivo y muy seguro, fue pieza clave para que los de Rojas sean protagonistas en el fin de semana. Un poco discutidor en cuartos de Oro, se puede expulsado con azul pero sin dudas dejó su impronta de mariscal.

Ignacio Cáceres (Joga Bonito de Navarro). El central es de lo mejor del Super Torneo Amateur de El Autógrafo Eventos y lo demostró también en Tandil. Muy tiempista, criterioso y con muy buen pie, resulta un zaguero más que completo. Se da el lujo de manejar las dos piernas y darle tranquilidad en todo sentido al Joga, un elenco que metió fiesta en La Masía.

Sergio Fernández (Pura FT2 de BA-Tandil). Un zurdo excelso que se adaptó muy bien a las diversas posiciones que ocupó en el fin de semana. Inicialmente lateral izquierdo, pero también volante interno o por afuera, demostró ser un polifuncial muy prolijo que le dio una salida permanente a su conjunto. Buena pegada, bien armado físicamente y un titular indiscutido para la dupla Leblebidjian-Distéfano.

VOLANTES

Alejandro López (San Lorenzo de Cañuelas). Líder en todo sentido del campeón de Plata. El jugador que en la Liga juega para Uribelarrea tiró toda la experiencia en la cancha y, con su buena pegada y despliegue, lideró al “Santo” en su consagración. Sobre el final, además, le agregó goles a su actuación para con un doblete llegar a 3 gritos en el campeonato.

Damián Cáceres (San Cayetano de Navarro). Una de las jóvenes promesas navarrenses que fue amo y señor del meridiano aurinegro. Muy claro con la pelota, inteligente y también metedor, siempre está bien ubicado para recuperar y cortar. Sencillo y callado, fue de lo mejor del torneo.

Rodrigo Sierra (Escobar). Un volante al que podríamos asemejarlo en su juego a “Pintita” Gago. Elegante, con un gran pase y dominio de la pelota, fue lo mejor que mostró una escuadra escobarense que sabía que podía llegar más lejos. Anotó un gol y se ganó su puesto también en la mitad de la cancha del Equipo Ideal del Nacional.

Leandro Molina (Rustik de Mar del Plata). El “10” y capitán de los marplatenses fue la bandera de este equipo en la coronación de la Copa de Bronce. Siempre estaba donde la jugada de ataque lo pedía y anotó 3 goles y acompañó en el en contra que les dio el título ante el local DK Chilete. Hasta de cabeza marcó pese a su estatura para dar fe de cómo llevó a su elenco a ser uno de los campeones del torneo.

DELANTEROS

Matías Barry (La Vinotinto de Rojas). El “9” fue uno de los jugadores más picantes que tuvo el torneo y estuvo a un tanto de ser el goleador del campeonato. Marcó 4 en igual cantidad de partidos gracias a dos dobletes de gran valor. Primero, anotó por duplicado frente a Defensores de Chivilcoy en el triunfo que les dio el pasaje a Copa de Oro el sábado por la noche en el Estadio Dámaso Latasa de Ferro, en duelo televisado que contó con una perla de su autoría. Luego de quedar eliminado por penales ante el futuro campeón Pura FT2, volvió a aparecer en la semifinal de Plata, en donde abrió el marcador de penal y decretó el 4-3 definitivo con una fantasía pura: mientras el rival festejaba el empate parcial le dio la victoria a su equipo desde el saque de mitad de cancha. Chapeaux.

Gonzalo Rotonda (Pura FT2 de BA-Tandil). Si había un jugador que íbamos a seguir de cerca en el Nacional era, sin lugar a dudas, este. Conocido en el ambiente del fútbol de Tandil, porque de joven la rompía y lo venían a buscar de todos lados, cuando él prefiría otro camino, era un refuerzo de lujo para un elenco que ya lo conocía de cuando estudiaba en Buenos Aires. Así, tras volver a su ciudad y romper redes en el Club Independiente, se calzó nuevamente la remera del Pura y fue el goleador del campeonato. Alternando en ataque con Facundo Larricq, jugaba un tiempo y le alcanzaba para darle un plus al verde. Anotó un tanto en el debut, dos en el cierre de la fase de grupos, el 1-0 en semifinales y el único gol de la final del campeonato. Recibió de Villar, la empaló por encima del arquero y definió de cabeza ante un defensor para quedar como máximo artillero de la copa y darle la gloria a su equipo, que viajará a competir a Montevideo en el cuadrangular sudamericano del 8 y 9 de febrero.

DUPLA TÉCNICA

Christian Leblebidjian y Bruno Distéfano (Pura FT2 de BA-Tandil). Una dupla que no llega aquí de casualidad y tampoco por el mero detalle de que fueron campeones del torneo –como si eso fuera poco-. En verdad conjugaron muy bien sus conocimientos y no dejaron nada librado al azar. Analistas puros del juego y de las tácticas, con pizarra y lápiz en mano condujeron de gran manera al Pura y con la virtud máxima de saber rotar un plantel de grandes valores en donde cada cual aportó lo suyo cuando le tocó jugar para darle un gran grano de arena a ese engranaje que encabezaron estos dos hombres.

SUPLENTES

Arqueros:

Damián Navarro (San Cayetano de Navarro). El capitán del “Santo” fue la insignia del subcampeón de Oro en un certamen que lo tuvo con varias emociones. Tapó un penal clave en la tanda de semifinales para eliminar a Los Amigos del Moñi de Lobos y festejó con emoción y algarabía con su público y los que lo alentaban desde sus pagos. Recibió sólo dos tantos en cinco partidos, tras haber mantenido la valla invicta en los primeros tres duelos y se notó a la legua la estampa de líder que le aporta a su plantilla.

Cristian Bucci (Pura FT2 de BA-Tandil). Experiencia al servicio del equipo. Eso es Cristian Bucci. Un golero de trayectoria en las divisiones del ascenso que hoy se desempeña en la Liga Tandilense y que reforzó de gran manera al mejor del torneo. Esos jugadores que son ganadores y que siempre hay que tener en el equipo. Reingresó en los cuartos de final a falta de dos minutos para estar en los penales y con total naturalidad y tranquilidad tapó dos remates sobre tres para darle la clasificación a su equipo. Con su trabajo y el de Sergio Fernández, otro gran arquero con el que alternó, tuvo la valla menos vencida del fin de semana –compartida con San Cayetano-.

Defensores:

Santiago Onetto (San Cayetano de Navarro). Joven central que además es muy completo. Con altura y gran juego aéreo, también se anima a salir jugando con criterio o a meter buenos bochazos cruzados. Su mayor virtud son los cruces: es tiempista, calcula bien y va muy bien al piso. Parte de la columna vertebral del subcampeón.

Volantes:

Ezequiel Calvet (La Vinotinto de Rojas). Rápido, encarador y con llegada. Así se mostró el “8” de los de Rojas en el primer Nacional de Fútbol 11. Empujó al gol una gran jugada de Preciado en el televisado del sábado en Ferro y supo desnivelar por la banda derecha del ataque vinotinto.

Juan Basterrechea (San Cayetano de Navarro). Por afuera o por adentro, el “7” fue realmente bravo para sus rivales. Con mucha velocidad y combinando muy bien con Bruno Villalba era punzante y dañino. Venía siendo lo mejor de la final hasta que un choque con el arquero lo dejó malherido y al punto de salir minutos después en la segunda etapa.

Pablo Preve (Los Amigos del Moñi de Lobos). Un Pablo Pérez vestido de violeta. Sin tanta recuperación pero con mucho panorama, juego y técnica, fue de lo mejor que mostró el campeón lobense en Tandil. Volante mixto, muy claro, que hace jugar a todos los demás, anotó dos goles para ser importante en su escuadra.

Damián Villar (Pura FT2 de BA-Tandil). El “Chiri” fue un suplente clave que tuvo el campeón del torneo. En esto de la rotación que tan bien le hizo al Pura, el experimentado tandilense le sacó jugo a sus minutos para ser realmente importante en el conjunto porteño-tandilense. Anotó un gol en el Dámaso Latasa -escenario en el que fue local muchas veces con la casaca de Ferro en la Liga local- en fase de grupos y después le agregó dos aportes fundamentales. Primero, anotando el segundo en la semifinal con La Amistad de Mar del Plata (2-1) y luego con una asistencia magistral a una vieja dupla del club Independiente: el goleador Gonzalo Rotonda.

Delanteros:

Luciano Sequeira (DK Chilete de Tandil). Picante como nos tiene acostumbrados, el “Luchi” se fue con 3 goles en 5 partidos y fue el mejor de los locales, que fueron subcampeones de Bronce. A otra velocidad, insistió en todo momento en un conjunto que tuvo varios vaivenes en el fin de semana y que nunca se dio por vencido.

Leonardo Barbosa (La Amistad de Mar del Plata). El “7” marplatense mostró un estado físico notable. Desbordaba a cualquier defensa y también bajaba a colaborar con su equipo en el armado y la recuperación. Anotó 2 goles y formó una gran dupla ofensiva con Carlos Pacheco, que gritó 3.

Jorge Salas (San Cayetano de Navarro). “Rambo” fue, sin lugar a discusión, uno de los grandes protagonistas del Nacional. Esos tipos que parecen estar tocados por una varita mágica en ciertos momentos. Se había sacado la rodilla apenas una semana antes y llegó a la cita con una rodillera a la que le sacaba sudor en cada segundo tiempo que le tocaba ingresar. Anotó dos goles en el debut, con un golazo de volea, en lo que fue 4-0 ante Bulonera de Mar del Plata, y tuvo su momento estelar en las semifinales del torneo. Su equipo se quedaba afuera y él apareció para igualar las acciones y llevar a los penales el duelo vecinal frente a Los Amigos del Moñi. Con las emociones a flor de piel, fue el encargado de marcar el quinto y definitivo penal de la serie que metió a su equipo en la gran final del torneo. Ese momento tirado en el suelo llorando con el abrazo de su familia seguramente le quedará gravado en su memoria.

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