Sin lugar a dudas el fin de semana largo del 9 de julio quedará por siempre en la retina de todos los que forman el conjunto de Termas Huinco de Mar del Plata. Con la unión de un grupo que defendió con el corazón al pequeño barrio de la Zona Sur, el equipo de Mariano Berón llegó más lejos de lo imaginado y fue un flamante subcampeón del Nacional de mitad de año.

En el primer día del torneo, el debut fue promisorio con triunfo 5-2 sobre Caciques de Bolívar –posterior campeón de plata-, mientras que más tarde el verdugo resultó ser El Rejunte de los Jueves de Tandil (3-1). Pablo Rizzo, uno de los grandes emblemas del que hizo las veces de local en Punto Sur, destacó lo que los diferencia de los demás: “Todos peleamos por el barrio. Todos ponemos y jugamos a morir por Termas Huinco. Somos un grupo de amigos que hace mucho jugamos y como hay muchos equipos buenos hay que dejar la vida en todos los partidos”.

Luego de ser elegido como figura del segundo partido, el lateral izquierdo valoró especialmente a la “estrella” del verdiblanco, Ángel Filtre, a la vez que aclaró que su tarea es organizar al equipo con José Rando y “marcar, correr y poner un poquito”.

Además, con la clasificación a la Copa de Oro consumada, el zurdo aclaró que hace dos años esperaban la oportunidad de volver a ser protagonistas de la movida, luego de disputar el torneo cuando era Regional en 2016 y llegar a las semifinales: “Pasamos muchas cosas, jugamos en la ‘B’ y ahora vamos a dar que hablar”, sintetizó.

Al día siguiente, Termas venció con mucha autoridad (3-0) a Rústicos de Luis Guillón –que había vencido al clásico marplatense El Taladro en la zona-, y comenzó después muy complicado el arranque de las semifinales ante Consagrados, campeón del Nacional un año atrás. Los de Javier Lobos parecían una aplanadora con Emilio Peralta, “Pipo” Crispin y “Patito” González y se fueron al descanso triunfando 3-1. Pero en el fútbol nunca está dicha la última palabra y con un Filtre inspiradísimo y autor de un hat-trick, el duelo culminó en un vibrante 3-3 y se definió en los penales.

Allí, José Rando fue héroe, mandó a su equipo a una final histórica y entre lágrimas festejó junto a todos sus compañeros y familiares desplomados en el suelo un momento que difícilmente olvidará.

“Nunca vi una persona como él”, nos comentaba su director técnico. Y es que el “1” es uno de los fundadores del equipo, que se formó hace 22 años y es el encargado de defender la valla desde aquel 1996. Pedazo de historia.

“La fuerza que te da la familia es por lo que uno sigue jugando a los 41 años” dijo en la nota post-partido con la compañía de su hijo. Sobre lo estrictamente deportivo, comentó que tras haber laburado tanto para llegar a esa instancia, en el entretiempo el equipo se planteó todo el esfuerzo que hicieron y que a tal punto no se les podía escapar la semifinal. Así, el cambio de estrategia táctica al 2-2-2 arrimó a los marplatenses al arco de los de Olavarría y los metió en la tanda de penales que los clasificó a la final.

En el duelo definitorio, La Espiga de Glew llegó como gran candidato al bicampeonato y cumplió con creces su tarea, goleando 4-1 a un Termas que dio todo y que hasta llegó a empatar momentáneamente el partido.

Agustín Carbalho, uno de los más jóvenes del plantel, anotó el 1-1 promediando el primer tiempo y subrayó luego la actuación del campeón: “Jugaban para todos lados y lo tienen merecido”, resumió.

El 10, Filtre, por otro lado, se notó abatido tras la final pero muy orgulloso del torneo realizado. “No me imaginaba llegar a la final, por la gran cantidad de equipos que están bien armados. Vinimos a lucharla y se dio así”, analizó el día después de abrazarse emocionado con Rando al grito de “esta es la final que tanto esperábamos”. Un crack que dejó todo por jugar el Nacional, a tal punto que un desgarro semanas atrás hizo que se cuide y no juegue el torneo local para llegar lo mejor posible a la cita nacional, que lo tuvo como una de las grandes figuras del certamen.

En última instancia, la palabra la tuvo Mariano Berón, que le dio mucha importancia a la unión grupal y la identificación de sus dirigidos con el barrio al que pertenecen: “José (Rando) hace 22 años que viene con esto y para él es todo. Los vi llorar a él y a Ángel porque se lo que la vienen sufriendo y peleando”, resaltó.

Para cerrar, el DT dejó en claro que llegar a la final del Nacional no los iba a hacer relajar en Mar del Plata sino más bien todo lo contrario. Esa lógica idea tuvo efecto menos de dos meses atrás, ya que su elenco se coronó en el Súper 8 que se organiza en el mismo predio en que se disputó la Copa Nacional de Campeones. Paradójicamente, luego de dejar afuera a El Taladro en semifinales (6-3), nuevamente la alegría se desató tras una tanda de penales, en donde Rando anotó el último penal para superar a Havana Club en un partidazo. Luis Zagame fue el goleador del torneo y Pablo Rizzo el mejor jugador de una final que en el tiempo reglamentario culminó 2-2, con Termas arriba 1-0 de entrada y empatando en dos sobre el cierre.

Con ese plus del sentido de pertenencia, Termas Huinco seguirá dando que hablar y seguramente agigantará su leyenda, con ese amateurismo que tanto nos conmueve.

Comentarios

Comentarios